26 de agosto de 2014

Las Hermandades en el exilio (y II)

Nazareno de San Juan preparado en la Parroquia de Santa María
para realizar su salida procesional

La Parroquia de Santa María ha servido como paño de lágrimas de muchas Hermandades, ya que es el Templo que más cofradías ha cobijado a lo largo de toda su historia. La Hermandad de la Yedra residió en ella, recibiendo culto en la Capilla Bautismal, entre 1985 y 1992, año en que salió desde Santa María para recogerse en Santa Ana. Años más tarde, también acogería a la Hermandad de San Juan desde 2002 hasta 2006, donde se expondrían, al igual que los Titulares de la Mortaja, en un altar desmontable en la puerta del Arco de Santa María.

Los Titulares de la Hermandad de la Yedra, junto con la Borriquita,
en la Capilla Bautismal de la Parroquia de Santa María.
Foto: José Naranjo

Desplazándonos hacia otra feligresía, la Hermandad del Confalón tuvo que trasladarse hacia la Parroquia de Santiago el Mayor entre los años 50 y 60, debido a que su sede canónica se encontraba en estado ruinoso.
La Parroquia de Nuestra Señora del Carmen también se veía amenazada de un fatal estado, lo que llevó a la Hermandad del Santo Entierro a exiliarse a principios de los años 90 a la Iglesia de los Descalzos, coincidiendo con la fundación de la Hermandad de la Mortaja, que tuvo que residir mientras tanto en la Parroquia de Santa María. Al igual que la Soledad, la Archicofradía de María Auxiliadora, también residente en la Parroquia del Carmen, se trasladó a Los Descalzos. Aunque por el cierre de ésta última, ambas Hermandades emigraron hacia la Iglesia de Santa Bárbara durante un tiempo.

Misterio de Azotes y Columna en la Parroquia de Santiago el Mayor

Ahora, nos remontamos a fechas lejanas tales como 1858, cuando la Hermandad de la Sangre tuvo que abandonar su sede canónica, el Convento de San Agustín (sita en la calle Zamoranos), por el derrumbe del Convento desde 1849. La cofradía de los Gitanos tuvo que trasladarse entonces a su actual Templo: la Parroquia Mayor de Santa Cruz.
Otra Hermandad que no reside desde siempre en Santa Cruz, es la Hermandad de Nuestra Señora del Valle Coronada, la cual se fundó en el Monasterio de San Jerónimo del Valle. En 1835 pasa a la Mayor de Santa Cruz, tras varios años exiliándose en ella hasta que en dicho año se establece como su nueva sede canónica.


Por: @PasionEcijana 

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